VIVAN LOS TÓPICOS: EL EQUIPO DA UN PUÑETAZO EN LA MESA
Nuestro equipo nos gusta, ya lo hemos dicho en ocasiones anteriores, y pensamos que todos sus integrantes están haciendo un buen trabajo.
Ahora bien, si todo fuera de color de rosa iríamos líderes. Y no lo somos. Es más, llevamos más derrotas que victorias. Si, es cierto, pero a pesar de estos nos gusta nuestro equipo y hay confianza máxima en el grupo.
El pasado miércoles, recordarás, perdimos en casa ante un rival directo, el Basquèt Cornellà. Y se nos quedó un regusto amargo, muy amargo. Todos sabíamos de la importancia de una victoria ante el cuadro catalán, que no llegó. Y encima en los últimos segundos no tuvimos la claridad de ideas, digámoslo así, de jugar bien nuestras cartas. Y perdimos, sí.
Pero alguien dijo, en Menorca ganamos. Y, oye, se ha cumplido la profecía.
Hemos ganado en una pista gafe y un equipo gafe para nosotros. El BASQUET MENORCA nos había ganado en las cinco veces que nos hemos enfrentado. Tres en casa y dos en Menorca. En varios de estos encuentros jugamos con opciones de victoria, pero nunca la conseguimos.
Tal vez el pasado haya jugado a nuestro favor y haya hecho que los jugadores menorquines no salieran a la pista con la concentración debida. O tal vez haya sido nuestro equipo el que tuviera una concentración extra. O un poco de todo, vete tu a saber.
Lo cierto es que el BASQUET MENORCA ha empezado comandando en el marcador gracias al acierto de un inspirado Javier Hernández, que nos metió entre pecho y espalda once puntos en los primeros diez minutos. Solo uno de sus compañeros fue capaz de anotar en ese primer periodo (13-11).
Ambos equipos parecían más preocupados de no recibir canasta que de conseguirlas. En el segundo periodo el juego fue más alegre por parte de los dos contendientes. La igualdad era máxima y cada canasta era contestada rápidamente, incluido el momento Mcdonald, sus dos triples tuvieron respuesta en nuestra canasta. Nos fuimos al descanso tres abajo, tras un triple casi sobre la bocina.
Pero este triple no quitó las ganas de competir a los nuestros, a pesar de que el Menorca consiguiera una ventaja de diez puntos. Admítelo, te dijiste “esto ya está, hasta aquí hemos llegado”.
Pero no fue así, nuestro equipo pelea cada partido. Y hoy también. La defensa ha sido la idónea y Mark Hughes cogió su fusil. Tres puntos llevaba en su mochila al descanso. Diecinueve más al acabar el encuentro.
Pero Mark estuvo acompañado por el resto del equipo. Todos aportaron en ambas partes de la pista y entre todos lograron la séptima victoria. Los triples y canastas en momentos claves de Goyo Adón y Pablo Córdoba ayudaron mucho. Una victoria que tiene un valor doble, o más viendo los resultados de la jornada.
Valor por haber ganado a uno de los gallitos de la liga y en su casa, demostrando que nuestra plantilla puede competir contra cualquiera a un solo partido. Y valor porque metemos un poco de distancia a rivales directos que están luchando por conseguir la permanencia que, un año más, va a estar muy cara. Muchos son los equipos que compiten a cara de perro. Y con el paso de las jornadas la mayoría de plantillas son más potentes que hace un mes.
Hoy es un día para disfrutar y pensar que somos el mejor equipo del mundo. Pero, cuidado, conviene despertar en unas horas y empezar a pensar en el próximo encuentro ante Gran Canaria. Ojo, con los canarios. Pero esa es otra historia. Y hoy es para irnos a revivir soñando las mejores jugadas de nuestro equipo. Y mañana también, que esta victoria es para saborearla, qué leche.