La pasión de un pueblo nos llevó en volandas.
Era el año 1992 y nuestro primer equipo acababa de ascender a la 3ª División A de Castilla La Mancha de la mano de Juan Luis Morcillo que entregó las riendas a Adolfo Fernández Moya que de esta forma colgaba las botas de jugador y pasaba de ser el entrenador del equipo junior del club a dirigir la primera plantilla.
Por aquel entonces la Tercera División A CLM se dividía en dos grupos y se jugaba una primera fase. En la segunda los mejores de cada grupo se enfrentaban entre sí. Lógicamente los que se jugaban el descenso hacían lo propio.
El objetivo, como para cualquier equipo que acaba de ascender de categoría, era no perderla. El buen trabajo de la pretemporada y el respeto que el equipo tenía por esta nueva liga harían que el final del curso fuera algo histórico y de lo que todavía se recuerda en los mentideros baloncestísticos locales.
Algunos de los jugadores de aquel equipo, ya veterano talludito, recuerda que el primer partido de esa temporada fue en casa, ante CB INFANTES. Ese equipo era muy respetado en nuestra región y lo que se transmitía desde fuera era que sería un éxito perder de poco.
Pero el equipo jugaría ese año a un grandísimo nivel en ambas partes de la pista. Y el resultado de ese día, 17 de octubre de 1992, no dejó lugar a dudas. La Roda vencía a CB INFANTES por 116-73. Luego vendrían dos derrotas consecutivas a domicilio, en Puertollano y en Cuenca, dos de los equipos más grandes de la liga. Puertollano, con Lucio, Pepín, entre otros, y el CB Cuenca de “Branson” se clasificarían para jugar la definitiva fase de ascenso en el mes de mayo.
Esas dos derrotas no hicieron temblar al equipo, que solo sumaria una más esta primera fase. El resto de partidos se contaron por victorias y con el pasaporte para jugar la segunda fase o, lo que es lo mismo, la permanencia en la categoría asegurada.
En esta segunda fase el CAJA RURAL LA RODA empezaría jugando y ganando en casa al gran favorito para el ascenso, el ADEMAR TOLEDO. Un espectacular partido con un pabellón abarrotado, un día más. Esa victoria hizo creer a equipo y afición que no había que ponerse techo. Las seis victorias y solo dos derrotas en esta fase de ascenso nos metieron en la Fase de Ascenso definitiva, que se celebraría en Toledo los días 30 de abril y 1 y 2 de mayo de 1993.
Cuatro equipos clasificados: PUERTOLLANO, CB CUENCA, ADEMAR TOLEDO y nuestro CAJA RURAL LA RODA. Unos días antes de comenzar la competición se conoció la renuncia a jugar esta fase del CB CUENCA. El club conquense alegó falta de presupuesto, por lo que la Fase de Ascenso sería cosa de tres.
El viernes 30 de abril nos volvíamos a enfrentar al CB PUERTOLLANO y, una vez más, el partido fue de altos vuelos y la victoria sería para nuestro equipo por seis puntos. La moral por las nubes, no era nada fácil ganar a ese gran equipo.
En la jornada del sábado nuestro equipo descansaría al no hacer acto de presencia el CB CUENCA, por los motivos citados.
En el enfrentamiento entre CB PUERTOLLANO y ADEMAR TOLEDO la victoria fue para los organizadores por lo que el partido del domingo 2 de mayo era la final, con mayúsculas.
SI MAHOMA NO VIENE A LA MONTAÑA, LA MONTAÑA VA A MAHOMA.
Eso citaba en algún periódico de la época. Y es que hubo ruido durante la parte final del año con la posibilidad de que esa Fase Final de Ascenso se jugara en La Roda pero finalmente fue el ADEMAR TOLEDO el equipo que la organizó.
Y, por si no sabéis lo que ocurrió os lo contamos, nuestra afición acudió en masa a Toledo. El pabellón Salto del Caballo se vistió de verde y amarillo, nuestros colores. El CAJA RURAL LA RODA jugó en casa y arropado con su gente. Pasase lo que pasase el equipo ya era campeón para su pueblo.
Se vivió una jornada increíble, todo está documentado gracias a TELERODA, en aquel momento VICOMANCHA.
La primera parte fue de dominio local, que poco a poco y gracias a su superioridad física principalmente, se fue distanciando en el marcador hasta conseguir una diferencia de 17 puntos. La Roda parecía tocado, pero no hundido.
Una vez más, alguien, seguramente nuestro entrenador Adolfo Fernández, tocó a arrebato y el cuento empezó a cambiar. La diferencia en el marcador empezaba a estrecharse.
EL TRIPLE DE JORDI CASAS.
Casi sobre la bocina Jordi Casas clavó un triple desde Badalona y nos llevaba al descanso con un -6. Ya llovía menos y el equipo parecía una jauría de perros rabiosos. Según nos cuenta algún implicado, en el vestuario todos sabían que iban a ganar, la confianza en el grupo y en el entrenador era ciega. Querían salir y rematar.
Y se consiguió. La Roda ascendió a 2ª División Nacional. Fiesta por todo lo alto y el equipo recibido en la Fuente de la Miliaria por el pueblo, que se acercó en masa y por sorpresa a recibir a sus héroes que llegaban a La Roda a media tarde.
Por aquel entonces no había redes sociales ni nada parecido, por lo que todavía sorprende más que tanta gente acudiera a esperar a su equipo. El baño en la fuente de la miliaria todavía es recordado y se volvió a repetir con el Ascenso a Liga EBA en 2015 y el Ascenso a Leb Plata en 2017.
ADOLFO FERNANDEZ MOYA, ENTRENADOR DEL EQUIPO
Adolfo debutó como entrenador del primer equipo del Club en esta temporada y llevó el baloncesto local a cotas inimaginables por aquel entonces. Nos cuenta como vivió aquellos momentos:
El ascenso de Toledo fue sin duda uno de los mejores momentos de mi trayectoria deportiva, quizá el mejor momento
Esa misma temporada fue la primera de las que me hice cargo del primer equipo del Club. Tuve la suerte de dirigir un equipo formado de grandes jugadores, con todas las posiciones bien cubiertas, solo hubo que retocar alguna.
Era mi primer año cómo entrenador de un equipo senior y había mucha incertidumbre porque era una categoría nueva para el club.
Se juntaron varios componentes. Uno la gran plantilla que teníamos. Otro la suerte, fuimos ganando partidos sin lesionados, gracias al gran trabajo que hizo Ginés Sáez Grande con la preparación física, cargo que compatibilizó con la de jugador. Por último, la sintonía que teníamos dentro y fuera de la pista. La confianza, amistad y respeto que había entre entrenador y jugadores. Esa diría yo que fue la clave del éxito.
En la Fase de Ascenso nos presentamos ante tres rivales muy respetados que al final fueron solo dos por la renuncia de Cuenca. Dos rivales que a nivel regional siempre habían sido referente, Puertollano y Ademar Toledo. Dos ciudades pioneras en el baloncesto regional y La Roda que partir de ahí se fue haciendo un hueco entre los grandes de la región.
En el primer partido nos enfrentamos a Puertollano. Fue un encuentro épico ante un equipo que tenía al mejor pívot de la liga, Lucio Lozano.
En la final todavía fue mucho más épico. Jugamos ante un equipo que se formó para ascender a segunda división y nosotros nos presentamos con la baja por lesión de Juan Antonio. Recuerdo que perdíamos por 16 puntos y en un tiempo muerto señalé a la grada y les dije algo así: «no podemos defraudar a toda esta gente».
El colofón, el recibimiento de nuestro pueblo a la llegada.